lunes, 7 de septiembre de 2009

retenciones

Ella guarda sus retenciones de impuestos en un sólo sobre, bonito y sin arrugas, pone la palabra retenciones en un castellano correcto en primaria sandinista. Dijo aquí, y no hay más, estando aunque sea en la sala y las tentaciones de meter otro de estos papeles en el tomo dos de antologías de nicolás guillén, no, porque ahora el camino es reorganizar su vida, dice, y escucha cositas de audio noticiosas porque parte de este nuevo orden individual implica informarse de lo cotidiano masífico, lo cotidiano específico, o los anuncios del bac, tan centroamericanos clase media.

hasta medio día lo logra y pasa por la sala recogiendo retenciones perdidas, empieza a ordenarlas cronológicamente y ahí dícese de revistas y diseños y neuronas muertas sin que vuelvan más. Pasa por el cuarto, se mira en el espejo y se felicita porque hasta su ropa parece caerle precisa sin muchos más pliegues que antes a pesar de los estornudos por el polvo de desorden antiguo. Rendición de cuentas es hoy, para dialogar idiomas similares que los de las gentes en cubículos de gobierno.

dos de la tarde y todo fluye como pisadas para arriba y estructura desigual que se sostiene, de pronto jala aquella cosa en el fondo del ombligo y se sienta en la cama a perderse en las longitudes de sus pieseseses tan recién vistos por primera vez ahorita. no viene mal otro café que sólo sirve para aumentar las olas de ADD, y las lógicas vuelven al revés, los papeles barridos con una mano al cajón más cercano y el gobierno con sus cubículos puede metérselos donde quiera, piensa, mientras la ropa se arruga a lo más y los pelos levitan un poquito.

tres de la tarde y viene entonces el proceso inverso: el complot para autodestrucciones de identidad social. la cédula en el escáner, el título de lic abajo de un pisapapeles, documentos sellados en una caja con monedas antiguas. todo pasado de aprobaciones y varitas mágicas consulares, flota en los cuartos de la casa esa, o en la basura, o se ha extendido talvez hacia los mares y es feliz por conocer el olor de agua con sal y azufre por vez primera. y después ella se pregunta por qué de las persecusiones y las fechas de vencimiento y las actualizaciones de sistemas operativos si todo escalón sin porcentajes en aumento o premios de felicitaciones es tan plácido. no encuentra un subrayador y lo fabrica.