martes, 20 de octubre de 2009

sobre como vivirse un miedo

tenían borradores en los dedos y unos pitches arácnidos en las voces.
Sentado sin sentir las nalgas una hora después, se aferraba aún a una pata derecha de la mesa como si.
como si fuera un para-rayos de las ventanas que se le venían a la cabeza, llenas de flores y hermosura y los nunca de plástico. y unos cielos a mordiscos, detrás, detrás.
pero volvía al punto y los miedos se vuelven chiquitos si uno los piensa. Así que pensó en los dedos-borradores sonando contra las superficies y luego las pieles sin piel ya y con frío. Se agarró de la mesa a llorar sin aire, las piernas se le dormían y el lloraba sin aire, porque los borradores en los dedos blancos porque así eran en los libros de ciencias.
los pitches arácnidos ni importaban tanto, jalan las orejas de adentro con patitas que una vez sueltas se van a 10 MPH.
Se agarró de la mesa hasta no sentir ninguna de sus piernas, ni las de atrás ni las delanteras y se quedó dormido, porque al fin y al cabo es la única manera de ser araña y vivirse un miedo a los humanos.

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