viernes, 10 de julio de 2009

Julieta y el guionista. El guionista y Julieta.

Estimados señores:

Ahora ya sé.

Detrás de estas dos cuencas cavernarias oculares se dirige una película extraña.

Sólo se me permite ver una edición sesgada, producto talvez del pleito entre el guionista y Julieta, un director megalómano.

En ciertas secuencias, tiende a enfocarse en frases escritas como "Registro de pagos hechos 2005-2006" como si significara algo, como si de pronto yo mirando el letrero fuera a decir algo importantísimo o como si fuera un indicio del gran misterio que busca el personaje principal. Pocas veces los silencios suspensivos tienen finales de infarto, las paredes quietas se aburren enormísimamente en esas entradas mías nocturnas porque en la edición julietesca no habrá plaf ni pum ni aaaaaaahhhh.

Cómo le gusta ridiculizar, eso sí, las bandas de música que tienen nombres que terminan en "Brothers" o a los policías con entradas triunfales. Por Dios, que nunca andan con poco glitter y fastidian, a propósito, para que uno ruegue por cambiar el canal o negociar con Julieta para que el lente al menos enfoque a una hormiga que difícilmente escala una mesa.

Un acento francés me dijo hace como un año que se escriben historias porque tenemos algo qué decir y yo agrego, talvez un reclamo qué hacer, una protesta, un chiste, le pregunto a Julieta pero él casi siempre calla y el guionista nunca ha hablado. El director habla entre dientes, como esos españoles que tiran la cabeza para atrás y pliegan la barbilla hasta llevarla casi paralela al cuello. Qué querrán contar un guionista confundido y un director añejo a través de 2 ojos miopes?

Ah y de nuevo el amarillismo, qué necesidad de adrenalina, por favor señores! Un perro aúlla en tercer plano y el cielo está casi oscuro a las 4:02 de la tarde, quién no apaga el itunes, quién no se acomoda un poco en la silla, quién no piensa que habrá talvez un temblor de tierra o al menos un preludio del apocalipsis. Nunca debí dejar que analizaran a Hitchcock y esos suspensos elegantes, nunca.

Les escribo porque espero al menos una copia sin compresión de todo material filmado, tomando en cuenta que he hecho tomas sumamente difíciles como enfocar la propia nariz cuando se da un beso, depilarse las cejas con mínima luz o conducir a lo correcto entre bacanales de lluvia y apagones tercermundistas. Exijo los derechos de difusión de todas las caídas por las escaleras, las pruebas frente al espejo de trajes de baño demasiado pequeños y sobre todo, el material grabado aquel día del 2001 entre el pasillo de mi casa y mi cuarto, mi mamá entre risa y regaños y yo con porcentaje etílico ilegal. Ya saben a qué día me refiero.

Me pregunto si me permitirán talvez ver un poco de las cintas en bruto sin la edición final, los olores, sabores, manchas, dolores, fantasmas, auras, decibeles, fondos, texturas y sobre todo esos sueños profundos, que se han cortado en esta sintonía final.

No sé si será mucho pedir disminuyan el número de taxistas en las calles, creo que para desprestigio de imagen de los mismos sólo necesitamos uno o dos de vez en cuando. También quería menos filas en los bancos, menos densidad en los domingos y menos estática en las rachas de stress.

Disculpen mi sinceridad inicial, como ya sabrán, con ustedes no me sirve de nada suprimir archivos ni pixeles ni globos de diálogo ya sueltos y elevados al cielo, todo queda registrado y procede a editarse. Además, necesitaba explicar la situación para darme cuenta que era real. Ahora que ya tengo sus correos electrónicos creo que no quedarán preguntas sin responder. Serían tan amables de decir qué buscan sintonizar, después de estos 27 años de filmación continua?

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